Reflexiona hoy sobre la transformación que Dios ha hecho en tu alma

Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y los condujo a una montaña alta solos. Y se transfiguró delante de ellos, y su ropa se volvió de un blanco deslumbrante, como ningún lavador en la tierra podría blanquearlos. San Marcos 9: 2-3

¿Ves la gloria de Dios en tu vida? A menudo, esta es una verdadera lucha. Fácilmente podemos tomar conciencia de todos los problemas que enfrentamos y enfocarnos en ellos. Como resultado, a menudo es fácil para nosotros perder de vista la gloria de Dios en nuestras vidas. ¿Ves la gloria de Dios en tu vida?

La fiesta que celebramos hoy es una conmemoración de que Jesús literalmente reveló su gloria a tres apóstoles. Los llevó a una montaña alta y se transfiguró ante ellos. Se volvió de un blanco deslumbrante y radiante de gloria. Esta fue una imagen importante para aquellos que tenían en mente prepararse para la imagen muy real del sufrimiento y la muerte que Jesús estaba a punto de sufrir.

Una lección que debemos aprender de esta fiesta es el hecho de que la gloria de Jesús no se perdió en la Cruz. Seguro, Su sufrimiento y dolor se manifestaron en ese momento, pero eso no cambia el hecho de que Su gloria todavía era tan real como sufrió en la Cruz.

Lo mismo ocurre con nuestras vidas. Somos bendecidos sin medida y Dios todavía desea transformar nuestras almas en gloriosos faros de luz y gracia. Cuando lo haga, debemos esforzarnos por verlo constantemente. Y cuando sufrimos o enfrentamos la Cruz, nunca debemos apartar la vista de las cosas gloriosas que ha hecho en nuestras almas.

Reflexiona hoy sobre la bella y profunda transformación que Dios ha hecho y sigue deseando hacer en tu alma. Sepa que Él quiere que fije sus ojos en esta gloria y permanezca eternamente agradecido, especialmente al llevar cualquier cruz que se le dé.

Señor, que él vea tu gloria y la gloria que le diste a mi propia alma. Que mis ojos permanezcan para siempre fijos en esa gracia. Que pueda verte a ti y a tu gloria especialmente en tiempos difíciles. Jesús, creo en ti.