Devoción práctica del día: la necesidad de una norma de vida

UN ESTÁNDAR DE VIDA

1. Necesidad de un nivel de vida. La norma es el orden; y cuanto más ordenadas están las cosas, más perfectas son, dice San Agustín. Si miras al cielo, todo está en constante orden y el sol nunca se desvió de su camino. ¡Qué regularidad, perfecta en la sucesión de las estaciones! Toda la naturaleza obedece a una regla que Dios imprimió en el universo. Para nosotros, tener una regla en el día significa vivir en orden, con alegría en el corazón; es vivir no por casualidad, sino bien. ¡Si mantuvieras esta máxima! En cambio, ¡qué lío en ti!

2. Norma para las cosas espirituales. ¿De qué sirve en la oración, en las mortificaciones, en combatir las pasiones, hacer demasiado un día y al día siguiente nada más? Cree una norma adecuada, dice Sales, después de consultar a su director espiritual, y sígala; así, como los religiosos, estarás seguro de hacer la voluntad de Dios, evitarás la confusión, el aburrimiento que provoca la incertidumbre en el trabajo. ¡Cada noche, cuántos te mereces, estarás seguro! ¿Pero cuesta tanto tener una regla así? ¿Por qué no lo resuelve?

3. Constancia en el seguimiento de la norma. Cuando no pueda observarlo, no se preocupe, dice Sales, pero vuelva a observarlo al día siguiente y sígalo con perseverancia; encontrarás la fruta al final de la vida. No lo dejes fuera por infidelidad. Dios es constante con ellos; no por la ligereza, que se trata de tu alma; no por disgusto por hacer siempre lo mismo; solo los que perseveren serán salvos. ¿Cuál es tu regla? como la sigues

PRÁCTICA. - Establece una norma de vida, al menos para las prácticas de piedad y para las acciones más importantes de tu estado.