Devoción práctica del día: cómo vivir las primeras horas del día

LAS PRIMERAS HORAS DEL DIA

1. Entregando tu corazón a Dios, medita en la bondad de Dios que quiso sacarte de la nada, con el único propósito de que lo ames, sirvas y luego disfrutes de él en Ciclo. Cada mañana cuando te despiertas, cuando abres los ojos a la luz del sol, es como una nueva creación; Dios te repite: Levántate, vive, ámame. ¿No debería el alma consciente aceptar la vida con gratitud? Sabiendo que Dios la creó para ella, no debe decir inmediatamente: Señor, ¿te doy mi corazón? - ¿Mantienes esta hermosa práctica?

2. Ofrezca el día a Dios ¿Un siervo por obra de los que viven? ¿A quién le gustaría tener un niño? Eres un siervo de Dios; Él te mantiene con los frutos de la tierra, te da el mundo para que lo habite, te promete la posesión del Paraíso como recompensa, siempre que lo sirvas fielmente y hagas todo por él. Di, pues: Todo por ti, Dios mío, tú, hijo de Dios, ¿no debes tratar de agradarle, tu Padre? Sepa decir: Señor, te ofrezco mi día, ¡gástalo todo por ti!

3. Las oraciones de la mañana. Toda la naturaleza alaba a Dios, por la mañana, en su lenguaje: los pájaros, las flores, la suave brisa que sopla: ¡es el himno universal de alabanza, de acción de gracias al Creador! Solo tú eres frío, con tantas obligaciones de gratitud, con tantos peligros que te rodean, con tantas necesidades de cuerpo y alma, para las cuales solo Dios puede proveer. Si no rezas. Dios te abandona, y luego, ¿qué será de ti?

PRÁCTICA. - Adquiera el hábito de entregar su corazón a Dios por la mañana; en el día, repite: Todo para ti, mi Dios